Si de algo es sinónimo Gipuzkoa, es del buen comer, paraíso de los que aspiran a alimentar cuerpo y alma. Zuritos, txakolí, sidra, las gildas donostiarras, los quesos del Goierri, carnes y pescados a la brasa o postres como la pantxineta, conviven con los bocados más exquisitos de la alta cocina vasca. No hay nada mejor que darse un capricho en uno de sus muchos restaurantes, saborear cada bocado y alargar la experiencia con una larga sobremesa.

Buscar alojamiento, disfrutar de la afamada hospitalidad vasca,  es el primer paso para vivir una experiencia inolvidable. Elige el tuyo y déjate mimar en un entorno seguro.